Agua en Pai

Pensábamos quedarnos un poco más en Chiang Mai, pero lo dejamos para dentro de unos días. La guerra de agua después del accidente no tenía mucha gracia. Con mi renguera no iba a poder escapar. 
129 kms, 792 curvas y 4 horas después llegamos a Pai. 

En Asia se me fue al tacho el orgullo prpopio que sentía por mi estómago de hierro. Entre las curvas y la velocidad a la que manejan acá,  cada vez son más las veces que llego con el estómago en la garganta. Pero a duras penas sobreviví. 
Pai se sabía el pueblo hippie del norte. Y no se puede negar el calificativo. La cantidad de personas con rastas y ropa batik es casi común denominador. Una pareja con rastas con hijos con rastas se llevaron el premio, si eso no es ser un auténtico hippie...   
No pudimos evitar pensar en El Bolsón. Faltaron los frutos rojos y los duendes, pero la esencia estaba. 
La ciudad es muy chica y cada vez más turística, según dicen. 
Durante el día las calles están desiertas. La gente duerme o sale a recorrer los alrededores. Los 37° no dan tregua. A la noche las calles principales se hacen peatonales y surgen puestos de artesanías y de comida. Y los locales abren sus puertas. A los típicos productos locales, se suman negocios muy simpáticos con souvenirs de diseño. Esos negocios que quisiera saquear. 
Hay un cuidado general del a estética muy bueno. No solo lindos locales llenos de perdición, también bares y cafés bien decorados con una onda casual. El ambiente por acá es muy relajado. 


Es muy común alquilar  una moto y visitar los alrededores. Incluso para ir hasta Chiang Mai, o los miles de hospedajes en medio de la nada en las afueras de Pai. 
Con rodilla machucada y todo, nos volvimos a subir al caballo e hicimos lo propio. 
Aunque ahora estaba todo bastante seco, se puede ver la belleza que debe tener el lugar con un poco más de lluvia. 
Si, como nosotros, dormís en el centro, después de dos días se acaban las actividades rápidamente. Supongo que viviendo la vida de las afueras, el ritmo será otro, y los días serán más de estar que de hacer. 




Para nosotros ya estaba bien. Queríamos ir un poco más al norte a Mae Son o Chiang Rai, pero la vuelta se tornaba muy larga, y el tiempo demasiado acotado. 
Así que nos volvimos a Chiang Mai. Con el privilegio de ser co-piloto de un chofer sapo. Hombre con cara de sapo que se tiró eructos sin parar y sin disimulo durante todo el viaje. Traté de pensar que tenía una condición médica, para no estallar en ira. 
Nos daba curiosidad como era Chiang Mai sin el agua. ¡Y resultó ser un lugar normal! Me parecía imposible que toda esa agua, y la gente, y las pistolas, pudieran desaparecer tan rápido, como por arte de magia. Pero pasó. Ya ni rastros del festival. Caminar por la calle volvió a ser caluroso como lo era antes del agua. Y no estuvo mal. Dedicamos el tiempo a descansar, visitar  el templo Dou Suthep en lo alto de una colina, hacer shopping, y sacarme los puntos. 

Sin que nos demos cuenta llegamos al fin del viaje. En tres días vamos a estar comiendo queso y tomando vino, si tenemos suerte. Se siente raro saberse tan cerca del final, pero todavía estar acá, todavía estar en viaje, buscar sin éxito una variante al arroz, tomarse un "colectivo" y regatear el precio cada vez, saludar en tailandés y agradecer en laosiano (no me lo puedo sacar), tener calor de día y de noche. 
Todo eso que, con algunas diferencias, fue la realidad de los últimos tres meses, en unas horas se transforma en saludar en francés, tomar vino, pagar precios fijos (¡y europeos!), tener frío de día y de noche. Los vuelos son demasiado rápido. Deberían dar tiempo a que la gente se vaya aclimatando a la nueva realidad. 
Yo pongo de mi parte y empiezo a pensar en francés. Quizás para mi llegada se destrabe el nudo entre mi cerebro y mi boca, y me anime a explicar mi motivo de visita al país en inmigración: "Je vais visiter la famille de mon copain" ¿Me dejás pasar che?

2 comentarios:

  1. tu frase final es genial, negrita de mi amor, vos os genial y esa frase resume, toda tu actitud durante este año y pico. Adaptandote, pero siempre recordando tus raices. Una genia.Te amo. Que haremos con este blog, hace falta una resumen de despedida y arrancar con Quesoychampignos.blogspot.com

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